miércoles, 28 de noviembre de 2007

Mima y Popa


Ellos tuvieron la historia de amor más linda...él llegó a Valparaíso a los 17 años huyendo de los nazis y encontró trabajo en el Café Riquet, donde ya trabajaba mi hermosa abuela Arsenia. Ella, unos años mayor, se enamoró de inmediato de este gringo de metro ochenta y cinco, de ojos azules profundos, tímido, y dejó a todos sus pinches boquiabiertos, ya que tenía sólo ojos para él. Y le pasaba las órdenes de las mesas, los pasteles y le hacía cariño en la mano y le decía Picho caluga!!!, obviamente que pasaron años para que el Popa comprendiera esa exclamación, si es que la entendió alguna vez.
Se casaron en una ceremonia pequeñita, junto con los dueños del Café Riquet y junto al hijo de ellos, quien estaba profundamente enamorado de la Mima, de hecho cuando él viajó a alemania ya que también era alemán,ella le ecribió una carta y se la entregó antes que subiera al barco, aconsejándolo que buscara una mujer en sus tierras, y así fue después de un tiempo, regresó casado.
Ellos tuvieron 3 hijos, el Rudito como le decía la Mima, la Lotita y la Patty, que murió a los 6 años.
Apenas se casaron, se trasladaron a la Capital, donde pusieron su propio salón de té el Café Villarreal o Winter Garden, al costado del teatro Oriente. Famoso por sus pasteles, tortas. Pasé mi infancia metida en ese restorán, robádome dulces y chocolates, metiendo los dedos a las ollas de crema chantilly. Haciéndo las tareas en la oficina que era un lugar tan increíble, era como entrar en una especie de túnel, angosto, enano, no sé cómo cabía el Popa adentro, al lleagr al escritorio se agrandaba y dejaba de ser claustrofóbico.
Lo más curioso es que hoy día mi querido Primo Matías pololea con la hija de la dueña del Villarreal, quien conocía a mis abuelos y a su manera también creció en ese lugar. Según Matías que es la Carmen, la nana que tenían el Popa y la Mima, quien hizo la gestión. Esperamo que el matrimonio sea pronto.
Asique mi abuelo repartía su trabajo entre el Villarreal y la Teletón, mientras que la Mima pasó gran parte de su vida dentro de la cocina. Preparando sus recetas maravillosas, compartiendo con sus empleados. Hasta que se vendió. Mi abuelo le regaló un horno industrial para la casa, donde ella pudo seguir cocinando sus galletas y tortas a sus hijos, nietos y bisnietos. Pero no le bastaba asique mientras el Popa trabajaba en la dirección del Instituto Teletón, ella iba a la cocina y les preparaba mermeladas, queques y galletas a los niños. Que bendición la nuestra haber tenido seres tan maravillosos tan cerca de nosotros, y seguir teniéndolos en nuestros corazones...