Se acaba de terminar el segundo TT que realiza Manjuji acá en Chile, Viña del mar específicamente, y quisiera decir que lo disfruté desde lo más profundo de mi ser. Primero el hecho de estar cerca de una persona tan adorable como él, lleno de sabiduría, de humor y sencillez, que con una mirada entrega tanto...
Con este tercer año que he tenido la oportunidad de compartir junto a él, pequeños momentos, he aprendido a cómo acercarme a él de una manera respetuosa y silenciosa, sin pedir nada. También me he dado cuenta de que él ha aprendido a acercarse a nosotros también, a recordar las caras que se van repitiendo año a año y a tener cierta cercanía con ellos. Me siento muy honrada y muy afortunada de tener esta enseñanza directa de Manju, sus conocimientos ancestrales, la tradición misma entregada a nosotros. Me siento responsable de ello también y muy feliz de enseñar bajo su línea, bien pegadita a la milenaria tradición del Ashtanga, como a él se lo enseñó su padre Pattabhi Jois hace ya varias décadas.
Quiero agregar que me siento más afortunada aún de tener a nuestro maestro Andrés Wormull día a día, quien nos guía, enseña y corrige con una infinita paciencia y sabiduría. Y que es gracias a él que tenemos esta tremenda oportunidad de tener como mentor a Manjuji. Y que es también posible ya que hemos sido educados bajo el rigor y la disciplina de un verdadero Guru.
Asique ahora con muchas ganas espero que llegue Marzo para poder abrir mi escuela, mía y de mi socia y amiga Mara para traspasar los pequeños y enormes conocimientos y poder entregar quizás algo de la infinita devoción que nos enseña y muestra Manju y Andrés, a nuestros queridos alumnos.
